Hay muchos motivos que pueden desencadenar este comportamiento de necesitar y no pedir ayuda; y muchos beneficios que se pierden por no manifestarlo. Al no pedir ayuda nos ponemos en una situación en la que gastamos una gran cantidad de recursos, que si no se transforma en un resultado efectivo, puede llevarnos a generar un sentimiento de frustración notable.
En segundo lugar, perdemos la oportunidad de experimentar la bondad de los demás y mejorar nuestra visión del mundo; perdemos una posibilidad de contacto interpersonal que puede ser realmente enriquecedor.
Por un momento céntrate en ti, en lo que aun no solucionas ni pides ayuda; descubre según el mensaje de la carta que escojas, la razón, el motivo o la causa del ¿Por qué no pides ayuda?…
- La Carta Nº 1 te dice:
Pareces una persona decidida, que sabe lo que quiere, sin miedos, y que no necesita de nadie. Quizás sea cierto en muchos aspectos de tu vida; sin embargo, pedir ayuda no significa que seas débil o vago. Personas que tienen humildad en el corazón y no tienen miedo de ser vulnerables.
Comprueba si hay algo así en ti, para rectificarlo con amor si así lo deseas.
En resumen de esta carta: nos invita a reflexionar sobre la importancia de reconocer nuestra propia vulnerabilidad y humildad, y cómo pedir ayuda no es signo de debilidad, sino de valentía y amor propio. A veces, aunque parezcamos personas fuertes y decididas, es importante recordar que todos necesitamos apoyo en algún momento de nuestras vidas.
- La Carta Nº 2 te dice:
No eres capaz de pedir ayuda porque vives ayudando a los demás, dejándote siempre en tercer y hasta cuarto lugar. Sí, es lindo preocuparse por los demás, pero cuando no nos cuidamos solo estamos demostrando que no nos amamos, que no me valoro, que en el fondo no me siento digno de cuidado.
En resumen de esta carta: nos alerta sobre el peligro de descuidarnos a nosotros mismos mientras nos enfocamos en ayudar a los demás. Siempre es valioso preocuparnos por los demás, pero debemos recordar que también merecemos amor y cuidado. Ignorar nuestras propias necesidades puede llevarnos a sentirnos desvalorizados y carentes de amor propio.
- La Carta Nº 3 te dice:
No pides ayuda porque estás en el lago de la victimización y te ahogas en tu propio llanto, en tus propias emociones negativas hacia ti mismo, pensando y convenciéndote de que nadie se interesa por ti y que nadie puede ayudarte.
Desde ese lugar es difícil que la gente te vea porque solo logras hundirte en medio del lago. Despertar, pedir ayuda, darnos cuenta de que siempre estamos acompañados y sanar con amor.
En resumen de esta carta: nos muestra cómo el victimismo puede ser un obstáculo para pedir ayuda. Cuando nos sumergimos en pensamientos negativos y nos convencemos de que nadie se preocupa por nosotros, nos alejamos de la posibilidad de recibir el apoyo que necesitamos. Reconocer que siempre hay personas dispuestas a ayudarnos y estar abiertos a sanar con amor puede ser el primer paso para salir del ciclo de la victimización y pedir ayuda cuando la necesitemos.
EN GENERAL TOMENOS EN CUENTA CADA MENSAJE Y PONGAMOS EN PRACTICA SU CONSEJO