
🕊 Reflexión espiritual: «Cuando la paciencia se convierte en espera estancada»
Hay momentos en que confundimos paciencia con resignación. Nos quedamos mirando una puerta cerrada, esperando que algo cambie, sin darnos cuenta de que Dios ya nos ha mostrado otra salida, otro camino, otra oportunidad.
La paciencia no es inacción; es confiar mientras seguimos caminando. A veces, por temor, orgullo o costumbre, insistimos en quedarnos frente a lo que ya terminó, sin ver que Dios está abriendo algo nuevo a nuestra espalda.
Dios no solo cierra puertas por protección, también lo hace para redireccionar. No todas las pausas son señales de espera: algunas son llamadas al movimiento, al cambio, a la renovación del rumbo.
📖 Versículo:
«No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz, ¿no la conoceréis?»
— Isaías 43:18-19
🌿 Pensamiento final:
Mira más allá de la puerta cerrada. Tal vez lo que Dios quiere mostrarte no está delante, sino al lado… o dentro de ti. No confundas fe con inmovilidad. Ten paciencia, sí, pero que sea una paciencia viva, que observa, escucha y sigue a Dios, aun cuando no entienda del todo el camino.