Gracias… A Dios, a la Vida, al Destino y a Mi Voluntad

🌿 Gracias… A Dios, a la Vida, al Destino y a Mi Voluntad

Hay silencios que hablan más que las palabras. Y entre ellos, hay uno que susurra con fuerza: «gracias».
No siempre lo digo en voz alta, pero lo siento en lo más profundo del alma.
Hoy quiero detenerme… y agradecer.

Gracias, Dios,
por la vida, por el aire que respiro sin pedirlo,
por la infinita red de milagros cotidianos que no siempre alcanzo a ver.
Aun cuando mis pasos dudan o se extravían,
sé que tu presencia habita en lo invisible,
guiándome con la luz de lo eterno.

Gracias, vida,
por tus ciclos y tus contrastes.
Por los días de sol y los días de sombra,
porque ambos me enseñan a reconocer el valor del otro.
Por los encuentros que me dieron amor
y por las despedidas que me enseñaron el desapego.
Por cada lección escondida en una herida,
y por cada cicatriz que ahora forma parte de mi mapa.

Gracias, destino,
por los caminos inesperados,
por lo que llegó sin avisar,
por lo que no entendí en su momento,
pero que, con el tiempo, reveló su sentido.
A veces me resistí, a veces dudé,
pero hoy entiendo que hasta el caos tiene su propósito.

Y sobre todo, gracias a mí… a mi voluntad.
A esa fuerza interior que me ha hecho levantarme una y otra vez.
A mi voz interna, la que me ha dicho “sigue”
cuando todo parecía perdido.
Gracias a mi capacidad de elegir, de crecer, de amar a pesar del miedo.
A mi alma que, aun en sus ruinas, ha sabido construir belleza.
A ese fuego sagrado que arde dentro,
que no necesita permiso para brillar.

A veces esperamos señales del cielo,
pero olvidamos que dentro de nosotros también hay una chispa divina.
Una voluntad que, unida al misterio de la vida, al amor de Dios
y al rumbo del destino,
puede crear milagros en cada paso.

Hoy no pido nada.
Hoy simplemente agradezco.